PEQUEÑA HISTORIA DE LA GACETA DE BELLAS ARTES
En la Historia de la Asociación Española de Pintores y Escultores, publicada en diciembre de 1994, se dan datos sobre la evolución de la Gaceta, que, desde el primer momento, unió su vida a la de la Asociación.
Inicialmente se llamó Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores, a imitación del nombre de la Gaceta de Madrid, que era el entonces boletín oficial del Estado del que tomaba algunas de las noticias de interés para los asociados. Salió a la calle incluso antes de la primera Junta General, bajo la dirección de Ceferino Palencia Tubau en calidad de Redactor Jefe, pero ascendido a Director antes del segundo número.
El coste del primer número, en julio de 1910, fue de 160 pesetas que bajó a cien para el de diciembre de 1910, a 85 en enero y a 75 en febrero, imprimiéndose en «La Editora» en calle san Bernardo 19 de Madrid, vendiéndose por suscripción a 1,50 pts. por semestre, y 2,50 pts., anual.
En febrero de 1910 se imprimía en «La Gaceta Administrativa» en calle Leganitos 54, estando la redacción en agosto en calle Serrano 47, para pasar en noviembre a Caños del Peral, nueva sede de la Asociación, y bajo la dirección de Manuel Villegas, que estaba ayudado muy de cerca por el periodista Joaquín Lizo.
A finales de 1912 se hizo cargo de la dirección de la revista el conocido escritor y crítico de arte Bernardo G. de Cándamo, quien pretendía convertir a la Gaceta en una revista moderna, pensada para la gente de la calle y no sólo para los asociados, mas enfocada a la opinión y que se llamaría «Por el Arte».
Efectivamente, la nueva revista salió al mercado, al precio de 2 pts., el número suelto, 11 pts. Semestre, 20 pts al año, imprimiéndose en Gráficas Mateu, en Paseo del Prado 34. Había cambiado de formato, de papel, de estilo, de temario, de numeración… y de precio. Y parece que tuvo serios problemas para salir a tiempo mensualmente, llegando a tener al parecer un retraso de varios meses, pues el número de agosto parece que llegó a los suscriptores en marzo de 1914, y, además, fue el último del año, de manera que, el número correspondiente a enero de 1915 volvía a tener el nombre de Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores, con el anterior formato y papel, y seguía imprimiendo Gráficas Mateu, con un coste de tirada de 133 pts.
En 1916, la dirigía Llorens, y tuvo algunas modificaciones, pues pasó a ser quincenal, incorporó un resumen de temario en primera, cambiando de cabecera en octubre y dejando de salir al público para distribuirse solamente entre los asociados y entes oficiales y artísticos.
En 1917 se mantenía quincenalmente con 8 páginas, impresa en Tipografía A. de Angel Alcoy, de calle Atocha 30, dpdo. y distribución gratuita a los socios, celebrando en julio de 1918 su número 100, que apareció con doce páginas, para pasar en el número 130, de octubre de 1919 a 16 páginas, con dos completas de anuncios, y nuevo diseño y cambio de papel, manteniendo la misma imprenta.
Que sepamos, en España sólo existían por los años 20, dedicadas al arte, nuestra Gaceta y la revista MUSEUM, editada en Barcelona la cual se anunciaba en la Gaceta de la Asociación pero debió mantenerse poco tiempo en el mercado. Posteriormente aparecieron otras, como la que editaba la Sociedad de Amigos del Arte, que no era para el gran público.
Un suceso muy importante para la Asociación tuvo lugar en 1920: El Primer Salón de Artistas Independientes, y con tal motivo, la Gaceta fundió los números 154 y 155 correspondientes a octubre para editar un extraordinario de veinte páginas, manteniéndose ya este tamaño en los siguientes.
Con el número 164, año XII, de 15 de marzo de 1921, nuestra revista pasó a llamarse definitivamente Gaceta de Bellas Artes, subtitulada: Organo oficial de la Asociación de Pintores y Escultores, comenzando al tiempo con un editorial titulado «Vida nueva. Nuevo proyecto», a partir del cual volvía a la idea de su época en que apareció bajo el título de «Por el Arte», siendo en este año directores, primero Cándido Medina, secretario de la Asociación, con la ayuda de Lorenzo Aguirre y Tomás Gutiérrez, y el 3 de marzo Francisco Pompey, Director -Delegado, que volvió a pasar la dirección al secretario. El número de abril costaba 50 cts.
Interesante sería también citar los nombres de los colaboradores, que los hubo muy interesantes, pero, salvo error, están todos, y con mucho más detalle del que aquí puede dárseles, en las páginas que siguen.
El 15 de diciembre quedó registrado el diseño de marca «para distinguir una publicación periódica, revista ilustrada con la denominación Gaceta de Bellas Artes completada por un dibujo de adorno formado por rasgos artísticos combinados con dos figuras de animales fabulosos». Que aparece ya en la portada de 1 de diciembre.
En 1922, fue el director Pedro García Camio, elegido secretario.
REGISTRO DE LA MARCA DEL AÑO 1923
REGISTRO DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL DEL AÑO 1923
En 1924 venía reservando una página al tema «El desnudo en el arte», luego una para grabados y dibujos y se comenzó una de escritores españoles, siendo visada por la censura militar. Tenía la portada en cartulina color tierra, y se decía «revista quincenal ilustrada dedicada a pintura, escultura, grabado, arquitectura, artes decorativas, poesía, teatro, música, literatura, etc…
Y continuaba en 1925 en Tipografía de A. de Angel Alcoy, que por fallecimiento de su propietario pasó a llamarse Imprenta y litografía artísticas.
El presupuesto de la Gaceta era en 1926 de 325 pts. el número, con 16 páginas.
En 1927 se imprimía en Imprenta Hispánica, en Cardenal Cisneros, para pasar en octubre a Imprenta Zoila Alcasibar y Cía, en Martin de los Heros 65. tel.: 31136. y a mitad de año 1928 a Chulilla y Angel, en Torrecilla del Real 17, tel.: 71926.
Parece obvio que casi todos los cambios de imprenta se debían a buscar al tiempo un mejor servicio y un mejor precio, acaso, en imprentas de mayor confianza de los directores sucesivos, así como los cambios de estructura y formato corresponden en general a los cambios de Director.
En 1929, hay nuevos cambios que buscan hacerla profesional y popular a la vez, y se edita con dieciséis páginas en papel cuché y una en papel pluma, costando 375 pts. para comenzar 1930 con 24 páginas, aunque terminó con doce, pero anunciando la aparición de la revista «Plástica», abierta a todos los amantes del arte, que dirigiría Manuel Abril.
Pero «Plástica» no llegó a aparecer después de estar preparado el primer número, debido primero a huelgas en artes gráficas y luego la enfermedad del señor Abril posterior viaje al extranjero, pero, sin embargo, la Gaceta dio efectivamente un profundo cambio adaptándose al estilo de otras revistas ilustradas de la época, y siendo, desde mayo de 1931, de periodicidad mensual, con cuarenta y ocho páginas al precio de una peseta.
Fueron directores: Bernardino de Pantorba en 1925, pintor y crítico de arte, José Francés y Sánchez Heredero en 1929, Presidente de la Asociación y Crítico de arte, Roberto Fernández Balbuena en 1930, Julio Moisés Fernández de Villasante en 1931, Presidente, asesorado en 1933 por Enrique Estevez Ortega, abogado y crítico, quien tomó la dirección total en 1934.
Hacia 1934 era la única revista de arte con salida frecuente y periódica que se publicaba en España y logró un prestigio e interés, que era solicitada en el extranjero, dedicándose a la Exposición Nacional el número de mayo-junio, con sesenta páginas. A final de año llevaba portada en color.
En 1935 editó un nuevo extraordinario con motivo de las Bodas de Plata de la Asociación y la hizo en Gráficas Uquina, en Menéndez Valdés, 7, de Madrid.
Resulta elemental pensar que hubo un paréntesis y dejó de publicarse durante la guerra civil, prolongándose ésta parada hasta 1944, con su número 459, sesenta y cuatro páginas tamaño folio en papel cuché, con numerosas ilustraciones e intención de periodicidad trimestral que no pudo cumplirse, apareciendo en ese año sólo dos números porque los costes se disparaban, editándose en Samarán, c/ Mallorca, 4. En 1945 sólo salió un número y el 462, extraordinario dedicado a Goya en su segundo Centenario, lleva ya fecha de 1947, demostrando todo ello que las sucesivas juntas directivas seguían teniendo la edición de la Gaceta de Bellas Artes entre sus objetivos.
En 1943 se había hecho cargo de la Gaceta José Prados López, Secretario y crítico de arte, y en 1973 fue su director Francisco Prados de la Plaza, sobrino del anterior, también crítico de arte, y Presidente. Una nueva etapa, en 1976, dirigida por Antonio de Santiago Gutiérrez, y la de 1987, por Agustín Romo, ambos críticos de arte y ambos colaboradores de Diart primero y de Correo del Arte después, revistas que mantuvieron una excelente relación con la Asociación.
Hay constancia de que en 1949 se hicieron gestiones con empresas publicitarias para intentar cubrir parte de los costes de esa manera y, finalmente, volvió a retomarse la edición a finales de 1954, con el número 463 para seguir saliendo con carácter bimestral, que resultaba trimestral, y precio de venta de diez pesetas mensuales, lo que no impedía que siguiera con problemas de financiación, hasta su número 473, del primer trimestre de 1957.
Hubo entonces un largo paréntesis que en 1970 se vino a cubrir con un Boletín Informativo, que era, sin embargo, más que boletín, un ensayo, tímido en el nombre, pero decidido en su contenido, para intentar reflotar la revista, publicándose veintitrés números hasta 1979. Imprimía Graficas Marfil, y luego Imprenta ENCO, en calle Jaime Vera, 50.
Un nuevo intento gestionado en 1986, y gracias a una subvención del Ministerio de Cultura llegó a poner en la calle, cuatro números entre 1987 y 1989, con un coste cada tirada de alrededor de doscientas cincuenta mil pesetas, a lo que habría que haber añadido las colaboraciones, pues todas fueron gratuitas.
Los dos primeros números se editaron en Movipress, calle Batalla del Salado, 42, pero los siguientes lo fueron en Dayton, San Romualdo 26.
A finales de 1989 se comenzó a publicar puntual y mensualmente un díptico, a veces tríptico, que se llamó Suplemento informativo de la Gaceta de Bellas Artes, que por su extensión tenía que reducirse exclusivamente a esas labores de difusión de las actividades asociativas, sin fotografías ni otros elementos, pero que fue muy bien acogido por los socios por su eficacia informativa precisamente, y los costes de edición eran asequibles a la muy modesta economía de la Asociación, lo que no evitaba seguir pensando en la Revista.
En 1995 comenzó una nueva época de la Gaceta, ahora mediante un acuerdo con el editor Alfonso Fernández, que gestionó su edición incluida publicidad, y bajo la dirección de Antonio Otiñano. Se imprimía en Grafur que se convirtió también en editor. Se edita a todo color, manteniéndose en paralelo el Suplemento Informativo, mucho mas flexible en su formato y contenido y que se distribuye exclusivamente para los socios, en tanto que la Gaceta de Bellas Artes renació con vocación de llegar a otros sectores mas allá de la propia Asociación.
Como se ha detallado anteriormente, nuestra revista, fue fundada por la Asociación en el año 1910, y la cabecera se registró oficialmente con este nombre en 1923, por lo que cumplía oficialmente setenta y cinco años y venía saliendo con regularidad los últimos años para llevar a los suscriptores la opinión oficial de la Asociación y para comentar las exposiciones de mayor relevancia, especialmente las de Madrid, pero había dejado de publicarse y en septiembre, cambió de editor siendo desde entonces responsabilidad de Fur Printing el sacarla a la calle, renovando el equipo de redactores. Se llegó a anunciar la edición de los números 15 y 16 y era la idea enviarla a todos los socios, pero las conversaciones fueron lentas y hubo, además, otros problemas ajenos a la AEPE que impidieron su continuación.
A través del Suplemento, se solicitaba trabajo para modelos, lo mismo chicos que chicas, vestido o desnudo. Varias galerías quisieron contactar con pintores por el mismo medio, e incluso una agencia de cine buscaba extras.
En 1999, era propósito de la Junta Directiva enviar la Gaceta de Bellas Artes gratuitamente a los socios, con carácter trimestral, para lo cual se llegó a un compromiso con Fur Printing Ediciones, informado en la reunión de la Junta directiva de 18 de diciembre de 1998, pero un problema en el traspaso de la propiedad impidió la continuidad de la publicación, aunque con la esperanza de que fuera con carácter temporal.
Vistas la dificultades, en el número de junio del Suplemento se anunció la paralización temporal de la publicación de la Gaceta de Bellas Artes que ya llevaba algún tiempo sin editarse
La comunicación con los socios continuó mediante el Suplemento informativo que siguió saliendo mensualmente con bastante puntualidad y en él se informó a los socios con anticipación el calendario de actividades del año, de premios obtenidos por nuestros asociados y de otras noticias de interés relacionadas no sólo con la Asociación sino, en general, con el arte.
En el número de enero se adelantó ya la programación prevista para todo el año aunque sin fechas todavía.
En enero del 2015, se incluyó una breve biografía de Marceliano Santamaría, Presidente en 1936. En febrero José Ortells, que hizo las funciones de Presidente en las fechas de la guerra civil. Y en marzo Fructuoso Orduna, Presidente desde el 19 de octubre de 1939 hasta 1943, siguiendo los sucesivos meses las biografías de Ramón Ferreiro, Francisco Prados de la Plaza, Edmundo Lloret y Wifredo Rincón.
Tuvo mas de cuarenta páginas mensuales como media.
La Gaceta reseñó que la Asociación había cumplido 105 años, recibiendo por ello el Presidente la felicitación del Ministro de Cultura José Ignacio Wert, en el curso del acto de entrega del Premio Rodrigo Uria de Derecho del Arte, sugiriendo la idoneidad de contactos entre la Asociación y la Dirección General de Bellas Artes para tratar problemas de mutuo interés.
Dolores Barreda entrevistó a las becarias Itziar Zabala y Marta Barceló que eligieron la Asociación para sus prácticas de carrera.
La realidad es que tanto la Gaceta como la web informaron puntualmente de todos los actos de la Asociación y de aquellos asociados que lo comunicaron a tiempo, acompañando fotografías siempre que fue posible.